6.1.17

CASA VALENZUELA (1963) - GUSTAVO GUAYASAMIN CALERO - Rommel Manosalvas

             


Fachada Lateral Derecha
Fuente: Rommel Manosalvas
Fachada Frontal
Fuente: Rommel Manosalvas

                     Hablar de la obra de Gustavo Guayasamín es adentrarse en un mundo donde la arquitectura se transforma en un caleidoscopio. La pureza de sus formas y lo artístico de sus componentes nos transportan a un universo donde lo superfluo no tiene cabida. Pero es también un asombroso retrato del arquitecto; una fotografía en tres dimensiones del personaje tras el arte. 
                     Citando textualmente a su hijo Handel: “La parte personal de la vida de un arquitecto incide de manera directa sobre su producción arquitectónica”. Esto es exactamente lo que sucede en el caso de Guayasamín Calero y que se ve reflejado de manera clara en su obra, independientemente de la tipología. Muchas de sus construcciones se encuentran desperdigadas a lo largo del casco urbano de Quito, pero también fuera de él, y son excelentes ejemplos de la inserción paulatina del movimiento moderno en la arquitectura ecuatoriana durante la mitad del siglo pasado. La influencia de la arquitectura moderna de Brasil se encuentra muy presente en la obra de Guayasamín, y podemos comprobar esto en su Casa Valenzuela (1963).
            Esta casa es una composición introvertida que se funde en sí misma, no así con su entorno, donde prevalece como un gran volumen escultórico, que trasciende por sus formas limpias y rectas, sin ser brusco con el paisaje. Su ubicación elevada responde de forma fiel a la topografía sobre la que se asienta, generando un zócalo de piedra laja, que se diluye a medida que ascendemos a través de las áreas verdes y la planta baja hacia los blancos espacios pulcros del primer piso. Esta transición contrasta de una manera sutil la parte estereotómica del proyecto, con la parte mas ligera, rematada hábilmente por una sección apergolada que se mezcla con el éter en un interesante juego de sombras. Es característica primaria de la obra de Guayasamín la adición de molduras dentro de la carpintería metálica en puertas, balaustradas, cerramientos, entre otros. Estas responden a un patrón de su arquitectura, y simbolizan la conjugación de la modernidad importada con la cosmovisión andina de los pueblos montañosos. De cierta manera, este es un sello característico en el trabajo del arquitecto. Las formas de estas molduras recuerdan vagamente el perfil andino, paisaje de fondo de sus obras en la sierra ecuatoriana. Muy poco se ha hablado sobre estos detalles, no obstante, las figuras que ornamentan los espacios de las obras de Guayasamín recuerdan elementos arqueológicos, tales como las puntas de flecha de obsidiana propias de la cultura el Inga. Sin embargo, no se sabe a ciencia cierta cual es la representación exacta de estos elementos. A parte de estas piezas únicas, también podemos apreciar como firma del arquitecto el trabajo con lozas de hormigón que le brinda al conjunto arquitectónico horizontalidad y el enlucido acanalado que no hace sino acentuar esta característica como el último trazo virtuoso de un pincel.
En cuanto a la distribución interna, la versatilidad de los espacios es distintiva. Los espacios sociales son amplios y diáfanos, casi desprovistos de paredes o divisiones que interrumpan la continuidad de los mismos, pero a medida que nos adentramos en la vivienda, la arquitectura se va encerrando, convirtiéndose en un conjunto de habitáculos con funciones específicas, y mucho mas íntimos. En la planta alta se desarrollan 3 habitaciones, cada una con su respectivo aseo. Aquí el espacio construido se vuelve menos denso, ilustrando la ya mencionada transición entre lo duro y lo suave, entre lo pesado y lo liviano.
            En general, el conjunto arquitectónico se traduce en simplicidad y originalidad, firma innegable de Gustavo Guayasamín. Al igual que en la Casa de la Pradera o el edificio Yuraj Pirca, en esta obra habitan en conjunto el funcionalismo, la pureza y la belleza que hacen del autor uno de los arquitectos más valiosos del país.



3D Frente
Fuente: Rommel Manosalvas

3D Frente
Fuente: Rommel Manosalvas

3D Parte Posterior
Fuente: Rommel Manosalvas

3D Parte Posterior
Fuente: Rommel Manosalvas

3D General
Fuente: Rommel Manosalvas
Planta Alta - Esc. 1.150
Fuente: Rommel Manosalvas
Planta Baja - Esc. 1.150
Fuente: Rommel Manosalvas
Fachada Frontal -  Esc. 1.150
Fuente: Rommel Manosalvas

Fachada Lateral Derecha - Esc. 1.150
Fuente: Rommel Manosalvas






Fuentes:

 - Moya, R., Peralta, E., de Guayasamín, C. H., Hernández, D. G., & Gallegos, P. M. (2006). Gustavo Guayasamín Calero: 50 años de arquitectura: racionalismo e identidad. Ediciones Trama.
Pontificia Universidad Católica del Ecuador. (2003). Quito: 30 años de arquitectura moderna, 1950-1980. Pontifcia Universidad Católica del Ecuador, Facultad de Arquitectura y Diseño.